Discriminación de los Indigenas


martes, 20 de mayo de 2008

encuesta

De 50 personas encuestadas a través de preguntas (oralmente)
Algunas fueron grabadas (solo un porcentaje pequeño fue grabado por cuestión de espacio)
Los resultados dieron algunas dudas respecto a los indígenas ya que de esas 50 personas en total incluyendo a personas que circulaban en la calle y compañeros de nuestra escuela, realmente la mayoría dijo que no discriminaría entonces ¿como es posible que diciendo no a la discriminación la haya de una manera tan elevada? Supongamos que el porcentaje de la población de distrito federal encuestado fuera el 5% de toda las personas en total que viven en el distrito federal el 95% restante ¿es el que discrimina? o ¿simplemente algunos mienten ya que le da pena que les pregunten a cerca de sus raíces?
Otro gran suceso que llamo la atención de esta grafica o esta encuesta fue que cierto numero de personas no sabe cual es la diferencia entre indio e indígena regularmente esta respuesta fue entre las personas que circulaban en la calle.
El 50% respondió que si le daría trabajo a un indígena ¿será realmente cierto?
Una profesora entre las preguntas que le fueron planteadas nos contó una pequeña anécdota con respecto a la discriminación laboral y estudiantil incluida.
En la facultad de letras un maestro negó a una alumna de procedencia indígena del estudio todo por su discriminación ya que le decía a su alumna que no tenia oportunidad de seguir, sus compañeros la apoyaron pero la alumna no aguanto la presión y se salio de estudiar…
Ciertamente estas historias ocurren en el distrito y en diferentes partes como el extranjero ya que no solo se discrimina al indígena sino al mexicano en si. Mientras nosotros nos avergoncemos de nosotros mismos y nuestras raíces seremos discriminados todos los mexicanos y nosotros mismos nos negamos un progreso
Algunas personas nos dijeron que un indígena es aquel que trae ropa de manta, sombrero y son muy morenos entre otras cosas eso es discriminar ya que ni siquiera saben el significado de ese termino.
Otras personas nos dieron la vuelta y simplemente se fueron otras nos dijeron que no les importaba.

personas de los estados de la republica tienen que emigrar a el distrito en busca de mejores condiciones de vida esto es la principal causa al llegar aquí se dan cuenta de que fue mucho peor ya que solo le dan trabajo de albañiles, ayudantes, vendedores o pidiendo limosna
No hablamos de una persona que busca una superación desde la escuela porque ya lo vimos los mismos maestros les dan la espalda y cuando llegan a ser profesionistas realmente preparados o igualmente que toda su generación se les cierran las puertas.

Un pequeño suceso que me paso a mi y lo respaldo es que en la calle de corregidora vi a unas personas extranjeras no se su país pero le estaban sacando fotos a una mujer indígena que vendía verduras junto con sus hijos pequeños creen que sea justo

lunes, 19 de mayo de 2008

En conclusión notamos que algunas personas no saben que es un indígena, también nos percatamos de que en las entrevistas algunos dudaban en dar sus respuestas eso nos indicaba que ocultaban su verdadera opinión, tal vez algunos de ellos si discriminaban.
Por otro lado percibimos que en algunos no les importaba el tema les daba igual, también descubrimos que los datos varían, unos están en contra de la discriminación y otros no, otros no saben en realidad si le darían trabajo a un indígena, al igual algunos dicen que todos somos iguales que en la constitución esta escrito que uno no los haga valer esotra cosa, nos dimos cuenta que no a todos le dan importancia a el tema “Discriminación Indígena”.
y que al no tener nosotros mismos como estudiantes un poco de cultura al respecto se sigue dando esta discriminacion y no solo por nuestro propio pais sino tambien por los paises extrangeros
el saber que todas las personas somos iguales ante el mundo y rasgos culturales como religion y leyes no hace aptos para todas las actividades tanto ecomonicas como productivas
no por el hecho de nacer en chiapas po decirlo asi tenemos que decir indigena
en nuestra opinion el termino indigena o indio deberian desaparecer pero como no hay una cultura que nos indusca a eso nos viene iuna pregunta en mente ¿se acabara la discriminacion?

Creemos que de cierta manera estamos discriminando a nuestras raices, es nuestra identidad como pueblo y nacion ,somos seres humanos que tenemos los mismos derechos ante la ley

La vestimenta y el aspecto fisico no hacen a un persona ni mucho menos mi mas
Sentimos que las personas que negaron a sus raices es por vergüenza de lo que realmente somos

y una persona realmente preparada para un trabajop en especial no va a ser mejor profecionista por su vestimenta o por su aspecto si no por su intelecto

mujeres indigenas... doble discriminacion

Todas las personas y pueblos son libres e iguales, específicamente por cuanto hace a la dignidad, derechos y libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones Unidas, por la Declaración Universal de Derechos Humanos y los demás instrumentos de carácter internacional, relativos a los derechos esenciales de la persona humana, particular o colectivamente considerada.Las civilizaciones y culturas existentes en la actualidad se integran, multiplican y enriquecen de la diversidad étnica que constituye el patrimonio invaluable de la humanidad. Estudios recientes realizados por la Organización de las Naciones Unidas inciden en la doctrina internacional en materia de Derechos Humanos, proscribiendo las oprobiosas políticas o prácticas de superioridad de algunos pueblos sobre otros o de unas personas sobre otras, por causas de origen nacional, racial, religioso o cultural; manifestaciones evidentemente discriminatorias, porque a la luz del entendimiento humano son: "racistas, científicamente falsas, jurídicamente inválidas, moralmente condenables y socialmente injustas".Coherentes con la urgente necesidad de respetar y promover los derechos y las características de los pueblos y personas indígenas, los gobiernos de muchos países, singularmente los de América Latina, realizan esfuerzos por adecuar sus leyes internas a los avances contenidos en los instrumentos internacionales de protección de los Derechos Humanos de los indígenas. Entre los más pobres de los pobres, entre los más marginados de los marginados están las mujeres indígenas. Ellas, en muchas ocasiones, son discriminadas por ser indígenas, por ser mujeres y por ser pobres. Con frecuencia los sistemas sociales de sus propias comunidades también las excluyen.La Equidad de Género y las Políticas PúblicasLas políticas de desarrollo indígena con enfoque de género son todavía incipientes. La falta de información actualizada y desagregada por sexo dificulta el diseño de programas adecuados y limita la acción pública.Es un hecho que los indígenas, en especial las mujeres, son discriminados por las estadísticas y por un gran número de registros administrativos.Con el propósito de revertir esta situación y de impulsar más y mejores políticas y acciones para el desarrollo de las mujeres indígenas, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en colaboración con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), inició un proyecto para visualizar en las estadísticas los rezagos educativos, de salud y de acceso a bienes y servicios, así como las desigualdades de género que existen en los propios pueblos indígenas. La información desagregada por sexo permite observar la forma en que se materializa la construcción social —profundamente desigual— de los roles de género, los cuales aún se encuentran arraigados en nuestra sociedad y sobre los cuales debemos incidir a partir de programas y políticas públicas.Los datos obtenidos son reveladores: existen 636 720 mujeres monolingües, frente a 371 083 hombres en esta situación; y su rezago educativo se incrementa conforme avanza el nivel de escolaridad: mientras que el porcentaje de niñas que concluyó el ciclo de educación primaria es de 64.3 por ciento, el de los niños es de 68.1 por ciento; en la secundaria sólo el 31.7 de las jóvenes concluyó sus estudios, frente al 35.9 por ciento de los varones.Ambos fenómenos están íntimamente relacionados con la deserción escolar de las niñas, a quienes se les niega la oportunidad de continuar sus estudios, pues las obligan a dedicarse a las labores domésticas. Cuando esto sucede en la etapa de instrucción primaria, se acentúa la tendencia al analfabetismo y al monolingüismo.Sin el beneficio de una segunda lengua y sin instrucción escolar, las mujeres indígenas no sólo quedan al margen de mejores oportunidades de empleo, sino que además se encuentran en franca desventaja. No conocen sus derechos y, en consecuencia, no pueden ejercerlos. Esto se traduce, a su vez, en más pobreza y en mayores desventajas respecto de los hombres de sus comunidades.Una de las grandes asignaturas pendientes en nuestro país es la de brindar mayores y mejores servicios a la población indígena, que durante siglos ha vivido en el rezago social y económico. Aún en nuestros días se pueden encontrar comunidades indígenas que viven con enormes carencias y con necesidades no satisfechas, como aquellas que tenían la mayoría de los mexicanos hace 100 años; clara evidencia de que han quedado al margen de los avances tecnológicos, científicos y económicos.El Desarrollo HumanoSi bien las inequidades de desarrollo humano se visualizan en diversas regiones del país, aquellas con poblaciones indígenas se encuentran aún más desfavorecidas . Dentro de este grupo, las mujeres sufren de una doble discriminación: la que les da su condición indígena y la que reciben por el hecho de ser mujeres.Fundamental relevancia tienen las relaciones de género, el empoderamiento de las mujeres y el desarrollo de políticas tendientes a alcanzar la equidad de género como requisitos indispensables y previos para lograr el desarrollo sustentable. Si bien las oportunidades para las mujeres, tanto a nivel nacional como estatal, han aumentado paulatinamente y la brecha entre el Índice Desarrollo Humano y el Índice de Empoderamiento de Género se ha cerrado durante el periodo 1990-2000; entendida esta como la pérdida en desarrollo humano debida a la desigualdad entre géneros, dicha inequidad aún existe .La cultura tiene que ver con las relaciones entre individuos, dentro de asociaciones, entre grupos y entre ideas y perspectivas. La cultura atañe a la identidad de las personas, sus aspiraciones, la forma como establecen sus intercambios simbólicos y estructuran sus relaciones y prácticas, dentro de las cuales se encuentran los significados compartidos, las normas sociales, las creencias y las identidades. Se refiere a un conjunto de atributos en permanente cambio, que influyen y son influenciados por los comportamientos económicos y sociales de la interacción humana.El informe más reciente sobre desarrollo humano destaca que la libertad de las personas se traduce en que puedan elegir libremente, contar con alternativas. Al mismo tiempo, sostiene que cultura, tradición y autenticidad no son sinónimos de libertad cultural y que no existen razones aceptables que permitan prácticas que nieguen a los individuos la igualdad de oportunidades y violen sus derechos humanos, como negar a las mujeres el mismo derecho a la educación. (PNUD, 2004.) En el terreno de los pueblos indígenas y la perspectiva de género se plantean muchas preguntas sobre la forma en la cual interactúa la cultura con factores de índole socioeconómica y se producen inequidades étnicas y de género. Entre los pueblos indígenas convergen múltiples rezagos, exclusiones y discriminación que provienen de prácticas sociales y culturales, donde la exclusión étnico-racial ha jugado un papel preponderante.La Cultura de la discriminaciónComo en muchas sociedades donde la preservación de la cultura ha ido de la mano con la conservación de comportamientos tradicionales, entre los pueblos indígenas los roles de género son lineamientos básicos para desempeñar y entender los comportamientos sociales. Los papeles femeninos, como en casi todas las sociedades, están íntimamente ligados a la maternidad y operan de manera primordial en la esfera doméstica/familiar. Las normas que gobiernan los roles de género y los derechos de hombres y mujeres forman parte del orden moral de una comunidad. Por otro lado, también están presentes las influencias de otras instituciones, incluyendo las del Estado, donde el sistema legal y la provisión de bienes y servicios juegan un importante papel en el reforzamiento de los roles y derechos de etnia y de género.Ante la indiferencia al reconocimiento de las diferencias, es necesario reivindicar el derecho de las mujeres indígenas a la diferencia cultural y a la vez el derecho a cambiar aquellas tradiciones que las oprimen o excluyen. Son cuestionables los discursos hegemónicos que siguen planteando la existencia de una identidad nacional monocultural, pero a la vez de frente a las propias comunidades y organizaciones, se requiere ampliar el concepto de cultura al cuestionar visiones estáticas de la tradición y trabajar en la reinvención de la misma. También es impostergable repensar el multiculturalismo y la autonomía desde una perspectiva dinámica de la cultura, que a la vez que reivindica el derecho a la autodeterminación, lo hace a partir de una concepción de la identidad como construcción histórica que se está formando y reformulando cotidianamente. Las mujeres indígenas enfrentan una doble desventaja en su capacidad de decisión, el acceso a los recursos y la capacidad de acción: ellas son indígenas y mujeres. Así, por ejemplo, los indígenas tienen menos acceso a la educación que los no indígenas y las diferencias de género en la escolaridad son mayores entre la población indígena.En los indicadores que reflejan la relación entre mujeres y hombres, así como en los indicadores de los pueblos indígenas, se observan los comportamientos y prácticas sociales en que confluyen las barreras étnicas y de género, con consecuencias desafortunadas para las mujeres.Legitimación de la inequidad de géneroEn el artículo 4º de nuestra Constitución Política se reconoce la composición pluricultural de la nación, sustentada originalmente en los pueblos indígenas. Establece que la ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres y formas específicas de organización social. Así también, desde hace poco más de una década, existe el debate irresuelto sobre la aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas, la cual lucha por el reconocimiento al derecho a la autonomía y a la autodeterminación de los pueblos indios.Sin embargo, hay que considerar que dicho reconocimiento no debe ser utilizado para legitimar la discriminación de las mujeres indígenas. Convendría reexaminar los usos y costumbres legitimados por la tradición, para así garantizar efectivamente el respeto a los derechos humanos de todas las mujeres

martes, 13 de mayo de 2008

Discriminación en los Indígenas

La Conquista de México por los Españoles significo la caída del imperio Azteca creándose entonces en 1521 el Virreinato de la Nueva España.
A partir de ese momento empezó a haber mezclas entre las razas formando a los mestizos y otras castas. Pero un porcentaje de la población conservó la sangre, las costumbres y la lengua de sus antepasados los aztecas. Pero esto no les dio un lugar importante en la sociedad de la Nueva España, si no todo lo contrario, fueron obligados a ser esclavos y sirvientes de los españoles y de algunos Mestizos.
Así duraron hasta 1810 cuando Miguel Hidalgo con ayuda de este sector de la sociedad abolió la esclavitud, pero no significo que este sector de la sociedad tuviera mas libertades ya que seguirían siendo trabajadores de los mestizos sin posibilidades de revelarse por la extrema pobreza en la que las clases mas altas los habían obligado a vivir.
Fue hasta después de la Revolución mexicana y la promulgación de la constitución que los indígenas del sector mas pobre de la sociedad dejo aparentemente de servir a las clases sociales altas.
Después de esto los indígenas fueron concentrándose en diversos lugares del País como por ejemplo en la Sierra Tarahumara y otros lugares y pueblos de Chiapas donde las condiciones de vida son de extrema pobreza al igual que en otras áreas del País.
En la actualidad se considera que hay en el País un 10% de indígenas , los cuales están en busca de mejorar sus condiciones de vida y la de su gente, ellos estudian y se preparan pero no encuentran trabajo solamente por conservar sus ideales y costumbres, viéndose orillados a trabajar en empleos mal pagados y en pésimas condiciones
Ya se sabía de la discriminación que los mexicanos pertenecientes a algún pueblo indígena sufren en su vida cotidiana, pero no por eso dejan de preocupar los resultados de la primera Encuesta Nacional sobre Discriminación, presentada por la Secretaría de Desarrollo Social y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. El hecho de que 66 por ciento de los mexicanos piense que los miembros de los pueblos indígenas tienen pocas o nulas posibilidades de mejorar sus condiciones de vida; que 43 por ciento asuma que siempre habrá limitaciones sociales para éstos a causa de las características de su pensamiento, y más de 30 por ciento suponga que la única manera en que los indígenas pueden mejorar su situación socioeconómica es que dejen de serlo, es para quitar el sueño a cualquiera, más cuando se sabe que alrededor de 40 por ciento de los encuestados estarían dispuestos a organizarse para evitar que cerca de su lugar de residencia se establezca un grupo étnico y 20.1 por ciento no compartiría su casa con un indígena.
Si a estos datos se agregan los que aporta el reporte del Banco Mundial sobre Pueblos indígenas, pobreza y desarrollo en América Latina: 1994-2004, el cuadro es desolador. La pobreza no ha disminuido en 10 años entre la población indígena; los trabajadores de ese sector poblacional reciben menos ingresos que quienes no lo son, aun cuando tengan el mismo nivel profesional; la tasa de analfabetismo entre indígenas es de 24.6 por ciento, mientras para los no indígenas es de 6.4 por ciento; la esperanza de vida es cuatro años menor que entre el resto de la población, y el acceso a servicios sociales es de 65 por ciento, mientras en el resto de la población alcanza 86 por ciento.
En una sociedad que reconoce formalmente la igualdad de todos sus miembros y prohíbe la discriminación por razones étnicas, al tiempo que se proclama una nación de composición pluricultural con sustento originario en sus pueblos indígenas, los datos resultan alarmantes. La enorme brecha entre la realidad social y las disposiciones normativas indican que, tanto el discurso gubernamental sobre el tema como las raquíticas políticas para combatir los rezagos sociales han resultado insuficientes. ''Tenemos frente a nosotros la fotografía de una sociedad que se mueve entre los rezagos del autoritarismo y la intolerancia'', reconoció la Secretaría de Desarrollo Social en la presentación de los resultados de la encuesta, pero omitió decir que ella forma parte de un gobierno que está obligado a combatir la discriminación y no parte de quienes la sufren.
Los resultados de la encuesta y los del Banco Mundial demuestran la insuficiencia de las reformas legales a medias realizadas en los últimos años para el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y los programas diseñados desde la burocracia gubernamental. En el primer caso se trata de una legislación que no va al centro del asunto sino por sus orillas, y así no se reconocen derechos; contribuye a nulificar su efecto el hecho de que no se establezcan las reformas institucionales necesarias para operarlas. Baste un ejemplo para ello: desde 1885 varios códigos penales de los estados se han reformado para reconocer el derecho a intérprete de los procesados, pero hasta la fecha no existe en toda la República una institución oficial que proporcione ese servicio, como sí las hay en lenguas extrajeras. En el segundo, las políticas dirigidas a indígenas han sido reducidas a atender necesidades básicas de servicios con programas diseñados desde las esferas gubernamentales y sin tomar en cuenta las especificidades culturales de los destinatarios.
Todo lo anterior desnuda el discurso multicultural elaborado desde el poder, que mientras simula reconocer las diferencias, las somete y las integra a los designios del capital, convirtiéndolo en una ideología de integración disfrazada y no en una política de reconocimiento de las diferencias. Que desde el Estado y los organismos internacionales se reconozca que la discriminación indígena es una realidad, muestra lo erróneo de las políticas oficiales y confirma lo acertado del discurso del movimiento indígena de transformar el Estado para que puedan ser parte de él. Demuestra también que más allá del discurso, no se puede esperar más del actual gobierno, porque combatir la discriminación sería ir contra sus propias políticas, y eso en su lógica no es posible. Por eso la lucha contra la discriminación y por la igualdad de todos debe ser obra de los propios afectados, y su esfuerzo debe venir desde abajo, abriendo espacios de participación y creando poderes locales que les permitan impulsar sus demandas.

Marginan a indígenas del mundo laboral moderno


La discriminación laboral a los indígenas en la Ciudad de México está “latente”, esto es, a escondidas . A la gran mayoría de los indigenas se les margina como albañiles, artesanos, vendedores ambulantes, sirvientas, boleros.
Quienes con capacidad profesional logran entran a empresas, difícilmente ocupan puestos de mando, incluso en el sector público. La discriminación es institucional, deporte urbano.
La metrópoli los rechaza por su apariencia y, peor aún, por su lengua. En el asfalto, renegar del origen étnico es básico para subsistir a la desventaja insalvable de ser indígena.
El Distrito Federal y su zona conurbada, forman “la mayor congregación urbana de carácter indígena del país”, señala un estudio de Jorge Enrique Horbath, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
“Ser indígena significa ser pobre y mantener características de discriminación”, como obtener “menos remuneración por su trabajo”, expone el “Informe sobre la discriminación en el campo laboral 2005”, de la propia Flacso y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Ambos estudios dan cuenta de la desventaja de un indígena respecto de un no indígena en la Ciudad de México.
“Los mejores ingresos para los indígenas se dan en las delegaciones Benito Juárez, Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, con más de dos dólares por hora”. Allí mismo, los no indígenas ganan tres dólares por hora, expone Horbath. En otras localidades la paga cae a medio dólar la hora y menos.
La Asamblea de Migrantes Indígenas de la Ciudad de México (AMICM), dice que muchos culminan licenciaturas, maestrías y doctorados, pero “no hay trabajos para nosotros: el título no vale a egresados de universidades públicas”.
Reconoce que falta visión y apoyo empresarial, sobrevivir a la incosteable economía artesanal, salir de la etapa de los empleos bajos de mozo, mandadero, obrero.
Una encuesta del Conapred con indígenas, indica que el derecho menos respetado es el de trabajar con pago justo.
Nueve de cada diez se considera discriminado. Reportan empleos negados pese a su capacidad.
Los indígenas consideran (59%) que tienen pocas posibilidades de mejorar sus condiciones de vida. Un 7.5% dice que carece de oportunidades en absoluto.
“Los indígenas ya establecidos en la ciudad, trabajan y viven (al igual que en sus pueblos) en condiciones de pobreza: habitan en la periferia sin acceso a servicios; tienen empleos precarios; sus niños abandonan la escuela para participar en el ingreso familiar, a través de la mendicidad o el empleo informal”.
En la ciudad de México el sector de la construcción es el nicho ocupacional para campesinos e indígenas de origen otomí, náhuatl, mazahua, mazateco y mixteco. “Es el oficio más desgastante, riesgoso, mal pagado”, señalan los empleados
“Cuando niegan su origen”, los indígenas consiguen alternativas de movilidad, como electricistas, plomeros, carpinteros, yeseros. Más abajo está el sector de talleres pequeños, peor pagados.
Lo que se practica en la Ciudad de México contra los indígenas es una “discriminación institucional”, toda vez que ya es rutinaria, resalta el estudio Flacso-Conapred, y urge a romper ese círculo vicioso. Un tercio de la población mexicana es discriminadora hacia las comunidades indígenas.
Quienes “logran superar las barreras de la discriminación en la economía moderna, se ven sometidos a fuertes presiones, ejercidas por sus compañeros de trabajo, relata el informe de Jorge Enrique Horbath.
La baja formación profesional de los indígenas, “da como resultado pocas posibilidades de desempeñar tareas de autoridad” en unidades empresariales y productivas, aun dentro del sector público”.
Por otra parte, Sophie Bornot Crébessac, quien promueve que el sector laboral sea incluyente, en el estudio acusa que “en México, donde buena parte de la población es de origen indígena, numerosos consejos directivos de empresas están compuestos únicamente por personal de tez blanca”.